En Ciudad Intestino, sus numerosos habitantes pasean entre árboles plagados de dulces y matorrales de chuches. En un día normal, Firmicutes se dispondría a divertirse por las calles de Ciudad Intestino, pero hoy no es un día normal. Hace unas semanas la flora de Ciudad Intestino empezó a cambiar, creciendo frutas y hortalizas entre las chuches y dulces. Con el cambio, Firmicutes ya no se divertía, dejando las calles libres para que sus vecinos Bacteroidetes dieran color a la ciudad. Hoy, gracias al cambio de la flora en Ciudad Intestino, el Organismo ha ganado el premio “urbanismo saludable”.