Timocito era un chico valiente que vivía en el planeta linfático. Era excelente cazador y con sus habilidades de rastreo, vigilaba su sistema de posibles células invasoras. Era un linfocito blanquito que se alimentaba de vitamina B12 que obtenía de espinacas, huevos y cerezas; sus favoritas. Muy joven, descubrió que tenía don de líder, cuando las células cooperadoras lo conocieron. Ellas se pegaban a las proteínas del enemigo y Timocito los destruía, la inmunidad era su poder. Siempre trabajaban en equipo. Pronto, Timocito se hizo famoso y se convirtió en el gran jefe de la Banda de células T.